Recupera tu energía y sé más saludable. La energía es tu pila esencial y fundamental para hacer todas las actividades que necesites. 

Duerme bien

Mientras estamos dormidos el cuerpo está trabajando. Nuestras células se “cargan” para recuperar la energía que perdimos durante el día, las enzimas y las hormonas son parte de este proceso de reparación. Nuestro sistema inmune se refuerza mientras dormimos, también es un tiempo en el que el tejido se repara. Si descansas bien, tendrás energía para el resto del día y te sentirás mucho mejor. Descansar bien significa, según la National Sleep Foundation, dormir entre 7 y 9 horas diarias para adultos y entre 9 y 10 horas diarias los niños. Como todo, dormir en exceso es malo, no es bueno para los adultos dormir más de 10 horas diarias.

Rompe el ayuno con comida saludable

Con el desayuno rompemos el ayuno, ya que hemos estado varias horas sin comer. Es importante que esta primera ingesta del día sea lo más sana posible, ya que pone en marcha al metabolismo y debe proveer los nutrientes necesarios para tener suficiente energía al empezar el día. Es importante no desayunar alimentos altos en glucosa porque se elevan los niveles de insulina generando un pico de azúcar, y aunque esto nos da energía, es por muy poco tiempo.

Escoge almuerzos saludables

Si te da hambre entre comidas puedes comer un snack, pero asegúrate de que sea saludable. No nos damos cuenta de todas las calorías vacías y azúcar que contiene una barrita, pensamos que es saludable pero realmente no nos aporta muchos nutrientes. Escoge alimentos naturales, grasas buenas con proteína como nueces y almendras. Éstos, a parte de que no disparan el azúcar en la sangre, son naturales, saludables y cumplen la función de satisfacer el antojo y el hambre.

Haz ejercicio

Independientemente de querer bajar de peso o no, el ejercicio debe formar parte de nuestras vidas, dedicándole mínimo 150 minutos a la semana. El cansancio no es excusa, al hacer ejercicio tus células fatigadas se recargan porque les llega más oxígeno, entonces te sientes con más energía. Aparte, hacer ejercicio reduce riesgos de tener diversas enfermedades como diabetes, cardiopatía, cáncer de colon, entre otras. Haz que el ejercicio se convierta en una actividad obligatoria en tu agenda.

Reduce el estrés 

El estrés que no se controla puede contribuir a muchos problemas de salud como presión alta, problemas de sueño, enfermedades cardiacas, alterar tus hormonas – las cuales regulan muchas de las cosas que pasan dentro de tu cuerpo como el metabolismo, entre otros. Es importante reconocer los síntomas comunes de estrés pues esto puede ayudarte a controlarlo. Cambia rutinas, come saludable, evita tabaco y alcohol, haz ejercicio y, si es necesario, busca ayuda de un profesional.

¡Recupera tu energía y sé más saludable!

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