Antes de las posadas, en el México prehispánico celebraban el advenimiento de Huitzilopochtli (Dios de la Guerra) durante la época invernal. A estas celebraciones se les llamaba Panquetzaliztli y duraban del 16 al 26 de diciembre.
Para la iglesia católica la posada es la representación del peregrinaje de María y José desde su salida de Nazaret hasta Belén, donde buscan un lugar para alojarse y esperar el nacimiento del niño Jesús.
Los frailes evangelizadores que llegaron a tierras de América, para facilitarse la conversión de los conquistados, solicitaron al Papa Sixto V, por medio del fraile agustino Diego Soria, indulgencias para la realización de las nueve misas de aguinaldo en los días anteriores a la Navidad, al ser concedido, realizaron representaciones del peregrinaje y estas representaciones se conforman de nueve posadas.
¿De qué van las posadas?
Se inician el 16 de diciembre y consisten en solicitar alojamiento en ese simbólico camino a Belén hasta el día 24 de diciembre, víspera del nacimiento de Jesús. Durante este peregrinar se hacen notar las penurias por las que María y José tuvieron que pasar hasta encontrar alojamiento en un establo de Belén.
Las primeras celebraciones pretendían sustituir las festividades aztecas y como las fechas tenían cierta coincidencia con aquellas en las que los europeos celebraban la Navidad, así, esta celebración fue cambiando debido a la evangelización que se realizó en la Nueva España y la imagen de Huitzilopochtli fue sustituida por la de María y José.
La celebración que implementaron los españoles consistía en proclamar misa junto con pasajes y representaciones alusivas a la Navidad; adicionalmente se daban pequeños regalos a los asistentes, conocidos como aguinaldos. Por ello, estas celebraciones eran conocidas como “misas de aguinaldo”.
En el siglo XVIII, la celebración, aunque no dejó de realizarse en las iglesias, pasó a tomar más fuerza en los barrios y en las casas y la música religiosa fue sustituida por el canto popular, lo que cambió su objetivo primordial que era prepararse para recibir a Jesús en cada hogar, al tiempo de representar la oportunidad para convivir en familia, así como reflexionar sobre la relación que se tiene con las demás personas.
Las Posadas Actualmente
Las Posadas son fiestas que se han expandido más allá de México: en Honduras, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá, durante los nueve días antes de la Navidad.
A este novenario es usual que se le agreguen una serie de tradiciones y celebraciones no religiosas. En Colombia, Venezuela y Ecuador se celebra la Novena de Aguinaldos, fiesta religiosa muy similar.
En las Posadas se reza durante 9 días desde el 16 hasta el 24 de diciembre. Cada uno de los nueve días tiene un significado distinto:
- Humildad
- Fortaleza
- Desapego
- Caridad
- Confianza
- Justicia
- Pureza
- Alegría
- Generosidad
Se puede celebrar cada día en una casa diferente, o bien, se tiene la costumbre de organizar a los vecinos por calles o cuadras y de este modo a cada cuadra le va tocando la realización de cada una de las 9 posadas.
La gente se reúne y forma una pequeña peregrinación a la cual se les reparten velas y se prenden para acompañar el “misterio” (estatuas o personas disfrazadas que representan a José, María, el Ángel y un burro) y cantar las letanías o villancicos.
Así se llega a la casa donde se pedirá posada y las personas dentro cantan para negarla hasta descubrir que se trata de José y María, entonces dejan entrar a toda la peregrinación cantando “entren santos peregrinos”; posteriormente se reza un rosario y toca el turno a romper la piñata.
Las Piñatas
La piñata que se usa en las Posadas (y que también ha venido a utilizarse en muchas otras celebraciones del año, con el paso del tiempo) es una artesanía elaborada de una olla de barro o de cartón, o una estructura de alambre cubierta de papel maché, adornada de papel de colores.
Las piñatas datan de tiempos prehispánicos en tierras aztecas donde, a manera de culto festivo a sus dioses, representaban la abundancia y los favores concebidos por ellos.
Originalmente, durante la celebración de cumpleaños del dios azteca de la guerra, Huitzilopochtli, se hacían vasijas y esculturas de arcilla huecas con la forma de sus dioses.
Simbolismo y significado
Según el simbolismo católico adoptado en la Nueva España, la piñata fue utilizada por los evangelizadores para mostrar a los indígenas lo que era la tentación, tiene la forma de una estrella de siete picos los cuales representan los siete pecados capitales.
La piñata se cubre con papel de colores llamativos y se rellena de dulces y fruta, una vez lista la piñata representa al demonio que seduce al alma inocente para llevarla al pecado.
Para romperla, primero se cuelga, luego se vendan los ojos (se les giraba en treinta y tres vueltas en recuerdo de los treinta y tres años que vivió Cristo), ya que esto representa la fe, la cual nos permite continuar sin necesidad de ver, el palo de madera con que se le pega representa a Dios, que da la fuerza para vencer las tentaciones.
La persona con los ojos vendados, representa al creyente que con la virtud teologal de la fe (esta virtud se suele representar así en la iconografía católica) vence al pecado recuperando el don sobrenatural de la gracia.
Una vez que se rompe la piñata caen los dulces y fruta que contenía, lo que representa el amor de Dios, ya que al destruir el mal se obtienen las bendiciones de Dios.
Las Pastorelas
En algunos lugares de la república el día 24 de diciembre en la noche, se organiza “la pastorela”, que es la representación de los pastores que llegan a conocer al niño Jesús.
“Los pastores” son niños y niñas pueden ser 10, 15, 20 o más parejas. Se forman en dos filas, una de niñas y otra de niños, de 2 en fondo. A la pareja que queda al frente se les llama capitán y capitana respectivamente. Este grupo baila y canta, llevando un atuendo especial.
Las niñas visten un corsé y un mandil, ambos de color negro, un vestido blanco o floreado y un sombrero en la espalda adornado con papel de china tiras de colores y una flor grande también de papel de china, su cabello es peinado con 2 trenzas hacia los lados y caen ligeramente sobre sus hombros hacia el frente con listones de colores; llevan en la mano derecha una sonaja de lámina de fierro misma que hacen sonar al unísono al cantar y bailar.
Los niños visten una camisa suelta con un olán en la orilla inferior, puede ser blanca o de algún color especial (pero todos van iguales) y un pantalón corto, abombado con mallas (parecido a los pantalones de los españoles en tiempos de la colonia), llevan un sombrero en la espalda adornado igual que el de las niñas.
También llevan una sonaja igual, pero además ellos portan en el hombro izquierdo un arco hecho con varas de jarilla y adornado con papel china de colores. Después de cantar y bailar (para el niño Dios en el portal de Belén) cada niño(a) dice un verso (de memoria) al tiempo que ofrecen un presente.
Hoy en día
En la actualidad, las pastorelas se realizan comúnmente en las escuelas días antes de la navidad, realizando bailables por año escolar y posteriormente celebrando con un convivio llamado kermés, en el cual se colocan puestos de comida y de juegos para convivir y festejar la llegada de la navidad.
En otros lugares, la tradición de las posadas se realiza con un evento en el atrio de la iglesia, reuniendo a todos los habitantes del poblado o la comunidad en este lugar; las personas encargadas de las posadas son elegidas por los administrativos de la iglesia, los cuales necesitan 9 familias para cada uno de los días en los cuales se realizan estas fiestas.
Las familias se encargan de obsequiar a cada uno de los asistentes frutas de temporada, dulces, bebidas y algún aperitivo. Las posadas se realizan todos los días desde el 16 de diciembre hasta la noche del 24.
En Vidactual contamos con varias recetas que puedes realizar para estas próximas posadas navideñas. Por ejemplo, ponche navideño, pastel de dátiles