Maridaje y tipos de vino para cada comida son una buena forma de seleccionar cómo sorprender mientras cocinas.
La palabra Maridaje significa unión, analogía de unas cosas con otras. En el caso del maridaje entre el vino y la comida, es el proceso de casar “metafóricamente” a un platillo con una clase de vino con la intención de realzar el placer de los sentidos.
El buen maridaje del vino con la comida puede depender de muchas cosas, por ejemplo, tipos de vino: tintos, blancos, rosados, champañas o espumosos; de los sabores: dulces, amargos, semisecos o secos; de la consistencia: livianos (son fáciles de tomar, ácidos, frescos y pocos grados de alcohol, como la uva Pinot Noir), de cuerpo medio (tienen más grados de alcohol, dulces, amargos y secos, como las uvas Merlot, Tempranillo, Carmenere), de gran cuerpo (son muy densos, tienen más grados de alcohol, secos y fuertes, como las uvas Syrah, Malbec y Cabernet Sauvignon); también depende del tipo de alimento: platillos sencillos, pesados, proteínicos, etc.. y de lugar de procedencia: comida mexicana, francesa, italiana, etc.
Maridar vinos y comidas es todo un arte
Pero si se siguen ciertas recomendaciones, no es tan difícil encontrar el vino adecuado para un platillo en particular. Para empezar el maridaje recomendamos tomar en cuenta dos cosas importantes, la temperatura y el descorche y decantación del vino.
Temperatura del vino: varía según el tipo de vino que hayamos elegido para acompañar nuestros platillos, los vinos espumosos por ejemplo, se recomiendan a una temperatura de 7ºC, los vinos blancos dulces a 8ºC, el vino tinto joven a 9ºC, vino blanco joven seco y vino rosado 10ºC, vino blanco fermentado en barrica 12ºC, vinos tintos 15ºC, vinos reserva y gran reserva a 17ºC.
El descorche y decantación: para descorchar un vino, debemos sostener la botella siempre en posición vertical apoyándola sobre una superficie plana, para no agitar la botella y poder descorchar con suavidad. Sugerimos decantar el vino porque mediante la decantación es posible eliminar esos restos de corcho que han podido caerse durante el descorchado. También es una buena forma para dar una mayor oxigenación al vino y hacer aflorar sus aromas.
El concepto
El concepto principal tras el maridaje reside en que ciertos elementos que se encuentran en el vino, como la textura y el sabor, reaccionan de manera diferente al mezclarse con ciertos alimentos. Existen dos factores contrarios entre sí que a nosotros nos encantan y que puedes tomar en cuenta para lograr un buen maridaje: la armonía y el contraste.
La armonía, es la perfecta entonación de los sabores entre el vino y la comida, los sabores similares se potencian y se refuerzan, esto significa que se puedan sentir y disfrutar tanto las notas características del vino, como los sabores del platillo. La idea es buscar la combinación exacta para que ninguno de los dos supere los sabores del otro. Por lo tanto, si pides un platillo picante, selecciona un vino complejo.
El contraste; todo lo contrario del punto anterior; los vinos suelen ser el complemento perfecto de la comida y cada plato debe ir acompañado por una clase de vino en particular. Puedes entrelazar un vino y una comida al buscar sabores opuestos, cada sabor juega su propio rol creando nuevas sensaciones en el paladar tanto en la degustación del vino como de la comida con la que lo acompañas. Las comidas complejas quedan mejor con vinos de sabores suaves, por el contrario los vinos con sabores fuertes y complejos se maridan mejor con platillos sencillos.
Aquí te dejamos una lista de cómo te sugerimos la combinación de los vinos con algunas recetas de Vidactual.
Maridaje y tipos de vino para cada comida:
- Vino generoso: combina bien con aperitivos para abrir boca.
Puedes probar un aperitivo muy español “montados de jitomate, jamón y pepino”, o más mexicano como las “tostadas de pollo” o puedes probar recetas veganas como “la milanesa de alcachofa”. - Vino rosado: combinan bien con salsas frutales y frutas.
En esta ocasión te recomendamos nuestro rico “cocktail de frutas” o la deliciosa “ensalada de frutas con jamón” - Vino blanco seco ligero: quedan muy bien con salsas cítricas, vinagretas, platillos con camarones, langosta, langostinos y mariscos en general.
Te recomendamos este vino con la “ensalada de mariscos” o los “camarones empanizados de coco”. - Vino blanco seco: empatan perfecto con platillos ácidos y salados como pescados, pollo, carne ligera, sopas a base de pescado. Para este tipo de vino tenemos la receta perfecta “pescado en caldo de verduras”, no puedes dejar de probarla.
- Vino tinto ligero: muy buena opción con pescados grasos como el atún y salmón, cordero, paella, sopas a base de carne.
No te pierdas nuestros “canelones rellenos de salmón ahumado”, combinan perfecto con este vino. - Vino tinto con cuerpo: un buen vino para carne roja, guisados y estofados, legumbres y quesos fuertes.
Te recomendamos el “pastel de carne” o “filete de res a las finas hierbas”.
El arte de combinar los alimentos y el vino es un fenómeno relativamente nuevo y moderno que se ha refinado con el tiempo, sin embargo, no importa si prefieres los vinos blancos, secos y ligeros o los tintos ligeros o con cuerpo, lo que importa es que te guste a ti. Cuando encuentres el tipo de uva que más se adecúa a tu paladar, te será más fácil encontrar la combinación perfecta para el maridaje perfecto. Conocer del maridaje y tipos de vino para cada comida será de gran ayuda para ti.