Nuestro cuerpo es como el motor de cualquier máquina, cuando se prende la máquina envía combustible al motor para poder arrancar y seguir funcionando y de vez en cuando requiere de aceite para mantenerse lubricado, de igual manera funciona nuestro metabolismo, si lo aceleramos quema combustible y con el debido mantenimiento funciona mejor.
Aquí te dejamos unas sugerencias para acelerar el metabolismo y quemar la grasa que no necesitas.
EJERCICIO
1. Has intervalos en el ejercicio
Los intervalos, mejor conocidos como HIIT por sus siglas en inglés (High Intensity Interval Training) consisten en periodos cortos de ejercicio intenso seguido de un periodo de descanso. Varios estudios han demostrado que este tipo de ejercicio quema más grasa más rápido que los ejercicios de cardio constante, porque aceleras el metabolismo y trabajas más el músculo. Una rutina puede ser, correr durante 30 segundos una subida y luego caminar durante 1 minuto; repite esto 10 veces y tu metabolismo trabajará durante todo el día.
2. Trabaja el equilibrio y la fuerza al mismo tiempo
La idea es que trabajes de forma más inteligente, no más difícil. Por ejemplo: cuando combinas la fuerza con unas pesas y el equilibrio con una pelota de ejercicio, estás quemando el doble de energía y también evitas el riesgo de lesiones.
3. Haz entrenamiento de fuerza
Es clave especialmente para las mujeres, ya que la parte inferior del cuerpo femenino tiende a almacenar más grasa, los glúteos son el músculo más grande de nuestro cuerpo y el ejercicio de pesas quema mucha grasa, cuanto más músculo magro tengas, más grasa quemarás. Adicionalmente, aceleras el metabolismo si aumentas el músculo y disminuyes la grasa, a pesar de que durante el día no estés en el gimnasio.
ALIMENTACIÓN
1. Come más proteína
La proteína se tarda más en digerir y el cuerpo quema más calorías tratando de digerirla a diferencia de los carbohidratos y las grasas. Una muy buena opción pueden ser las croquetas de pavo con verduras, es una excelente fuente de proteína y micronutrientes. Otra opción es reemplazar alimentos altos en carbohidratos como la pasta simple por una alternativa alta en proteína como una pasta con atún, huevo y ejotes.
2. Come más fibra
La fibra contribuye a movilizar la comida por tu cuerpo ayudando al organismo a procesar más rápido y eficientemente. También ayuda a alentar la digestión y absorción de los carbohidratos, lo que significa que tu cuerpo sigue quemando calorías incluso después de comer.
Se recomienda una ingesta diaria de fibra de 38 gramos para los hombres y 25 gramos para las mujeres. Una variedad de fibra soluble (como las manzanas) e insoluble (como los granos enteros) son recomendados para mantener un metabolismo y un sistema digestivo saludables.
3. Toma más agua
La ingesta de agua previene la fatiga, los dolores en las articulaciones y si le añades un poco de limón ayuda a desintoxicar el hígado y promueve una mejor digestión.
Más del 75% de los adultos sufren de deshidratación crónica, lo que alenta el metabolismo. Se dice que requerimos de alrededor de 7 vasos de agua diarios, pero esto depende un poco de la edad, el peso y la variedad del clima. Lo más importante es escuchar a tu cuerpo y beber suficiente agua durante el día.
ACTIVIDADES EXTRA
1. Convierte los descansos del baño en mini entrenamientos
Al estar mejor hidratado, tendrás que ir al baño más seguido, aprovecha esos pequeños descansos, porque a parte de activar tu cuerpo reactivas tu mente. Cada vez que te levantes al baño, has unas 20 sentadillas y otras 20 flexiones y de regreso da unas cuantas vueltas antes de sentarte para hacer un poco de cardio.
2. Actívate en tus días de descanso
También hay que aprovechar los días de descanso, las actividades diarias igualmente reactivan nuestro organismo, por lo tanto, dedica esos descansos para hacer mandados: ir al supermercado, lavar la ropa, lavar el automóvil, etc. Todas esas actividades continuarán quemando calorías mientras le dan a tu cuerpo un descanso, muy necesario, de las pesas o el ejercicio cardiovascular.
3. No dejes de moverte
Todos esos pequeños movimientos que haces a lo largo del día pueden sumarse: pararte mientras hablas por teléfono y pasear por la habitación mientras estás en una conferencia telefónica. Cuando estés sentado trabajando, tómate descansos para estirar bien los brazos por encima de la cabeza. Usa las escaleras en vez del elevador. Pasar demasiado tiempo sentado puede promover la rigidez de las articulaciones y los músculos, la mala postura y el dolor de espalda, lo que puede provocar un mayor índice de lesiones.