- Trapos de limpieza.
Ser ahorrativo era algo natural para nuestras abuelas, y nunca dejaban que una buena tela se desperdiciara. Guardaban la ropa vieja y las sábanas y las cortaban para hacer trapos. Este tipo de trapos son ideales para todo tipo de tareas de limpieza, y son mucho mejores para el medio ambiente que el uso de toallas de papel. Así que, en lugar de tirar tu ropa vieja, ¡utilízala para llenar un cajón de trapos de limpieza!
- Desaparecer manchas en los manteles.
Si has probado de todo para quitar las manchas de las servilletas de tela, un mantel o un encaje sin éxito, ¡no tienes por qué tirarlos! Mi abuela teñía con té estas prendas para que fueran menos evidentes.
Para ello, añade 4 ó 5 bolsitas de té negro a una olla con agua caliente y déjalas reposar durante 10 minutos. A continuación, retira las bolsitas de té, añade tu prenda manchada y remuévela un poco. Déjalo reposar en el té hasta que alcance un tono lo más parecido posible a la mancha, luego déjalo secar para fijar el té y lávalo con agua fría cuando sea necesario.
- Encerar los muebles con cera para zapatos.
La cera para zapatos es estupenda para tus muebles de madera y los mantendrá con un aspecto nuevo y vibrante. También puedes usar cera para tapar raspones y arañazos en los muebles de madera.
- Secar las ventanas direccionalmente.
Cuando seques las ventanas recién lavadas, hazlo de forma vertical de un lado de la ventana y horizontal en el otro. Si queda alguna raya, podrás saber con un solo vistazo si está en el interior o en el exterior de la ventana.
- Eliminar la cera de las velas derramada.
Para eliminar la cera de las velas de los manteles, del piso de madera o de los muebles, mantén una bolsa con cubitos de hielo contra la cera durante unos minutos. Una vez que la cera se haya endurecido, será fácil rasparla o desprenderla.
- Cortar las esponjas por la mitad.
Mi abuela sabía cómo hacer que las cosas duraran, y la forma más fácil de hacer que te dure una esponja es dividirla. Si cortas una esponja de cocina nueva por la mitad, le darás el doble de uso del que normalmente le darías. Además, una esponja más pequeña se seca mucho más rápido que una más grande, por lo que también puede ayudar a evitar la proliferación de bacterias.
- Control de daños para la grasa derramada.
Si se ha derramado grasa en un suelo de madera, vierte agua fría inmediatamente. El agua fría hará que la grasa se congele antes de que tenga la oportunidad de penetrar en la madera y dejar una mancha
- Abrillantar la plata.
Si el tiempo se te ha escapado y necesitas una forma rápida de dar brillo a tu plata, ¡no te espantes! Simplemente usa tu pasta de dientes. Frota un poco de pasta de dientes (en pasta, no en gel) sobre tu plata, aclárala y sécala con un paño suave. ¡Queda súper brillante!
- Utilizar toallas de lana.
Puedes ahorrarte bastante dinero si cambias las toallas de papel por las de lana. Son ideales para secar los platos porque no dejan pelusa, resisten muchas lavadas y se secan rápidamente. (Sólo tienes que asegurarte de no utilizar ningún suavizante cuando las laves, ya que puede afectar a su capacidad de absorción).
- Refrescar el aire de forma natural.
Utiliza extracto de vainilla 100% para que tu casa huela de maravilla, sin ningún producto químico. Puedes poner unas cuantas gotas en bolitas de algodón y esconderlos en las plantas o debajo de los muebles.
- Eliminar con vapor los alimentos pegados.
Hay una manera fácil de quitar la comida pegada que no requiere horas de remojo. Pon una olla con agua a hervir, cuando esté lista coloca el plato del lado que está sucio sobre la olla y mantenlo durante unos segundos. El tratamiento con vapor aflojará la comida pegada y podrás rasparla fácilmente.
- Eliminar las manchas y los olores de las manos.
La manipulación de ciertos alimentos puede dejar manchas u olores en las manos. Elimínalos utilizando jabón y frotando las manos contra la tarja donde lavas los trastes. También puedes frotarte las manos con sal de mesa y un poco de limón para conseguir el mismo efecto.